Una de las principales preocupaciones a las que se enfrentan los dueños de empresas es el relevo generacional; aprender a soltar la empresa y dejarla en manos de quienes vienen detrás, es todo un reto y más cuando se trata de una compañía familiar.
Es importante tener claro que para que se pueda hacer dicho relevo, es necesario educar a la nueva generación en cómo convertirse en un dueño legítimo y responsable. En este caso, será una mezcla entre la educación profesional que reciba y el hecho mismo de aprender dentro de la compañía, de modo que puedan tener el entrenamiento necesario para asumir su nueva posición.
Otro componente vital según expertos en el tema, es la visión. Los millennials próximos a asumir las riendas de la compañía, deberán tener una visión muy clara respecto a la sostenibilidad y el core del negocio; pero, sobre todo están en la obligación ir a la vanguardia con los cambios del mercado, de forma que puedan adaptarse, para seguir siendo sostenibles en el tiempo.
Los dueños de primera y segunda generación, por lo general están sumergidos en las compañías y no necesariamente ven la educación y motivación de la siguiente generación como prioridad, o si la tienen en cuenta, no dedican tiempo de calidad para promover un aprendizaje profundo que involucre todas las áreas del negocio.
Los fundadores de las compañías deben integrar a los millennials desde edades muy tempranas en todo el proceso y encontrar formas en que las nuevas generaciones se conecten con el negocio.
Por ejemplo, inicialmente si los jóvenes no tienen mucha experiencia, la compañía puede empezar invitándolos a las reuniones de junta directiva para que aprendan a participar y tener voz, aunque no necesariamente voto para ese momento. Así, cuando llegue el momento tendrán mayor conocimiento y autoridad.
Luisa Márquez, Gerente General de Oracle Perú, sobre este tema, afirma que los empresarios deben promover la diversidad en los equipos, no solo por el campo de su experticia sino por la generación a la que pertenecen, incluyendo de esta manera a generaciones como los millennials y zetas, cuyas formas de ver el mundo permiten nuevas perspectivas en la mesa.
Esto lleva a cuestionarse cómo están compuestos los equipos de trabajo dentro de las empresas. Definir muy bien estos perfiles le permitirá a la organización hacer viable su estrategia de innovación. Trabajar en el desarrollo de su equipo para generar fortalezas a través de una continua capacitación es fundamental.
En ese orden de ideas, es necesario empezar a reconocer los beneficios que a largo plazo podrá obtener la organización con jóvenes dentro de ella y a cargo de la misma.
¿Qué aportan los ‘millennials’ a las compañías?
-El nivel de conexión y de información de datos, ya que son nativos digitales.
-La capacidad de entender los nuevos medios, los canales digitales, los dispositivos móviles y las redes sociales para aportar a la eficiencia del negocio, su promoción y la posibilidad de acceder a mercados nuevos.
-La búsqueda de nuevas oportunidades de negocio gracias a estas conexiones.
-Son menos ligados a la tradición, a los activos y a las cosas, por lo que pueden tomar ciertas decisiones que a veces las generaciones anteriores les cuesta mucho por priorizar la historia o el legado.
-No tienen los paradigmas que existían antes con respecto al rol de la mujer y del hombre en los negocios. En temas de género no hay tantos preconceptos ni elementos limitantes y aportan una visión más humana que ayuda a encontrar nuevo talento.
-Según el estudio “Millennials en América Latina y el Caribe: ¿trabajar o estudiar?” realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo, los ‘millennials’ exhiben niveles altos en sus habilidades socioemocionales como la perseverancia y la autoestima, que cada vez son más valoradas en el mercado laboral.
En definitiva, el rol de los Millenials en las compañías familiares es fundamental, es un salto hacia nuevas metas; el desafío está en el compromiso y el aprovechamiento al máximo del potencial de los jóvenes.